martes, 1 de diciembre de 2015

El Tweed, el tejido icono de Chanel

Tradicionalmente utilizado en prendas de vestir campestre, el tweed se hizo popular en la sociedad inglesa del siglo XIX cuando era utilizado en las chaquetas de caza deportiva, y en las actividades de ocio de la élite. Debido a su durabilidad, las chaquetas de tweed Norfolk y bombachos eran una opción habitual para cazadores, ciclistas, golfistas y para los primeros automovilistas de la época. 

Producido originariamente en Escocia, donde se tejía a mano, el tweed es una tela hecha de lana cardada y de apariencia voluminosa y fuerte. Se cree que su nombre se debe al río Tweed, que fluye en la región. Sin peinar, el material muestra sus irregularidades (los llamados ‘botones’) que le confieren un aspecto más natural.




Coco Chanel y su aportación al mundo de la moda


Años más tarde, ya en el siglo XX, Gabrielle Chanel y el duque de Westminster se conocen a mediados de los años 20, y es en este momento cuándo Mademoiselle Coco descubre las bondades de este tejido y, siendo la primera en hacerlo, decide incorporarlo al vestuario femenino. Pionera en tantas cosas, quería ofrecer a las mujeres comodidad y modernidad, y se apropiaba de aquellos elementos más relajados de la ropa de los hombres para ‘liberar’ a la mujer de las rigideces de su vestuario.
 
En 1924 Coco introdujo los primeros tweeds en su colección que mandaba hacer a una fábrica escocesa, elaborando el conjunto de chaqueta y falda con el cual se vestía regularmente, y que a partir de este momento empezaba a ser codiciado por las damas de la burguesía francesa. Coco fue por lo tanto, la precursora de esta moda (adoptada posteriormente por muchos otros modistos), convirtiendo así el tejido tweed en uno de los distintivos de la casa Chanel.

A finales de los años veinte y hasta mediados de los años 30, el uso del tweed se amplió, empezando a utilizarse como tejido básico en abrigos, trajes de día y ropa deportiva. 

Pero fue después de la segunda guerra mundial, en 1954, y a sus 71 años, cuando hizo su regreso triunfal a la moda, convirtiendo el tweed en pieza clave del lenguaje de estilo de Chanel, al presentar su traje en una versión perfeccionada. Un conjunto de chaqueta recta y falda hasta la rodilla.  


La chaqueta está elaborada en tejido de lana de textura irregular y compuesta por cuatro bolsillos (dos superiores y dos inferiores) y un ribete, que puede ser del mismo tono o generando un contraste. Su interior está forrado en seda, logrando que se acople perfectamente al cuerpo y permita la fluidez del movimiento. En el dobladillo interior tiene una cadenita para darle peso a la prenda, que se ajusta perfectamente a los hombros gracias a su corte cuadrado. La confección en tres partes de las mangas genera esa sensación de libertad que Coco deseaba transmitir. 





A principios de la década de los 60 Coco introdujo el tweed en el vestuario de noche (hasta entonces reservado para la ropa de diario), y lo combinó con lamé (una tela de apariencia metálica brillante utilizada con frecuencia en accesorios y en prendas de noche como faldas, tops o vestidos), terminando por representar así el estilo moderno del siglo XX.


Karl Lagerfeld y su continuidad


Décadas más tarde, tras el facellimiento de Coco Chanel en 1971 (a los 88 años de edad), y después de la llegada en 1983 del actual director creativo a la maison francesa, Karl Lagerfeld no ha dejado de enriquecer el legado de estilo de Gabrielle Chanel, ampliando considerablemente el repertorio de uso del tweed, no solo aplicándolo a la ropa de diario moderna, sino también a vestidos de noche y hasta de novia.
  

Centrándonos en la chaqueta de tweed hemos visto como esta prenda ha sufrido variaciones, con un botón más o uno menos, con bolsillos o sin ellos, diversos colores y combinaciones, pero su estructura permanece intacta. Siempre será una prenda clásica, atemporal y única. Y es que según las propias palabras de Karl Lagerfeld: "En la moda hay cosas que nunca pasan de moda: el vaquero, la camisa blanca y la chaqueta de Chanel".


 
Y si hay una característica que define a esta chaqueta tweed es la versatilidad, ya que puede utilizarse en cualquier tipo de evento y ocasión, mezclándose con todo tipo de prendas: con vestidos, con pitillos, con shorts o en conjunto de falda.  Las celebrities y socialites la lucen temporada tras temporada.




Actualmente la chaqueta de tweed es todo un icono de elegancia, no solo porque era usualmente llevada por su diseñadora, sino porque ha sobrevivido a la industria por casi 100 años. Constantemente se ha ido renovando y adaptando a las últimas tendencias, convirtiéndose en la principal seña de identidad de la firma francesa en cada una de sus colecciones, y al mismo tiempo, pasando a ser un must have de fondo de armario, ya sea en su versión original (no apta para todos los bolsillos) o en las diferentes adaptaciones de las firmas low cost




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